Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con una maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales en un https://carazdfl933671.mybloglicious.com/58478042/razones-ocultas-del-cabezazo-de-zidane